Chiste interno

 ¡Vesícula!... ¿a que suena raro verdad? No me imagino yo a alguien abriendo un cuerpo por primera vez, agarrando ese órgano flácido, baboso, que parece un testículo luego de una mala noticia, encogido y tímido...ponerlo a contraluz y decir «Definitivamente, tiene que llamarse vesícula, sino los otros científicos se van a perder».

El cuerpo humano es un lugar misterioso, es lo único que llevamos desde nacimos hasta que morimos y aun así no nos importa ni siquiera saber qué lleva, como cuando compras un masarreal en la panadería.

Del cuerpo humano se han dicho muchas cosas; que si es 70% agua... un poco más de agua y sería una tienda en moneda nacional, que no puede estar más de 30 días sin comer ¡Ja! Yo llevo más de veinte años en Cuba y puedo adelantarles que es mentira, otros han dicho que descendemos del mono, yo cuando veo los videos estos de reggaetón del Físico y el Yoda... creo que seguimos siendo el mono, como único que el hecho de que hayamos descendido signifique que ahora nos encontramos en una posición inferior, lo cual si tiene más sentido.

Imaginan ustedes que el cuerpo humano se comunicara entre sus componentes... que el hígado le comentara algo al cerebro, o el corazón se quejara porque el pene siempre está levantándolo temprano... Yo me imagino, por ejemplo; al hígado, cagándose en hebreo sobre mi tumba luego de que yo me como el picadillo de la bodega... 

«¿Pero esto qué es?, que tiene más plástico que el cuerpo de una Kardashian, que esto llega a tener un gramo más de colorante y lo cojo para pintar la pared de la sala, que seguro con lo duro que está no coge ni humedad. ¿Me puedes explicar por qué carajos te comes esto? ¿La boca y la lengua no tienen nada que decir en todo este asunto? Ni tú tuviste tan mal gusto con tu ex.» 

O sino me imagino al mismo hígado luego de comerme un perro caliente con katchup 

«Vinagre de alcohol, glutamato de sodio, glucósido de esteviol (¿de donde sacas tanta mierda, te chupas una cinta de scortei, le pasas la lengua a una cola loca, qué clase de atentado imperialista es este? Lo que sea que estás comiendo no puede ser comida, aquí abajo no me ha llegado una proteína entera, viene con más químico que la cara de una modelo de Instagram), ciclamato sódico (ya es que no saben ni que nombre ponerles, dice que conservantes... lo único que vas a conservar con esto es la úlcera que tienes, por cabrón)».

Y luego me imagino a la piel, ese órgano indefenso, olvidado, omitido... que la mitad de las personas no saben ni que es un órgano. Claro, la piel al estar más afuera que todos los demás, es la que más sufre; me la imagino a la pobre quejándose:

«¿Pero cómo que sol, si son las 7 de la mañana, las SIETEEE DE LA MAÑANA, además es invierno... estamos locos o qué? No se puede tener un minuto de paz, has sudado tanto durmiendo que tenía una sensación mitad “ha pasado un carro por un charco y me ha llenado de agua con mierda” mitad “estoy disfrutando mucho la lluvia dorada, por favor no pares”. Vamos a ver si nos calmamos, y guárdame el pomo de hipoclorito por tu madre, como me vuelvas a echar eso por enésima vez en una hora te juro que me saco un Cáncer. Es que claro, te lo echan a la entrada de las tiendas, pero luego en la tienda no hay nada, y para comprar algo tienes que entrar a diez tiendas más, y en todas te echan el puto chorrito, resumen; que al final terminas con más olor a cloro que un adolescente salido, pajero... con los dedos más arrugados que un billete de 10 pesos en el agro y con deseos de que te acabe de dar el COVID para ver si te acabas de morir y se termina de una vez por todas este sufrimiento».

Si alguna parte del cuerpo está sufriendo los efectos de la cuerentena son las nalgas y los ojos. Nos pasamos el día en la misma posición, esas nalgas han sentido en 1 año más opresión que las mujeres en 4 siglos. Que llega a durar dos meses más la pandemia y hay que hacerme una cirugía reconstructiva para sacarme las nalgas de adentro de los muslos. De los ojos ni hablar; todo el día mirando el móvil, además forzados a procesar informaciones como los estados de WhatsApp de tu tía la católica, de tu primo el durakito, o peor, viendo los entregados en los que te deja tu crush... saben que crush es una palabra también que me deja con mucha cosa por dentro, es escucharla y ponerme incómodo, ¿a quién se le ocurre ponerle crush a la persona que te gusta? Si fuera un repartero te lo explica rápido «el lío e' papi, que se llama crush polque e' la que te palte»... yo me imagino que el que descubrió el término haya dicho «Voy a ponerle crush... por ponerle algo, porque ya “vesícula” está cogido».